Me como el mundo
a secas
en tardes austeras
como estas.
Mastico pedazo a pedazo
los mátices de
esta dura piedra.
Mirar el mundo con tus ojos
me gustaría
pues tienen el color
del optimismo
y amor, no se cansan
como los mios.
Tocar los sueños
con tus manos
utópicas y sensibles
lejos de las ásperas
y rígidas limaduras
que son las mias.
Me gustaría ser yo mismo
fundido en tu cuerpo
aunque mejor no
pues las negras
especulaciones de mi mente
convertirian el mundo
en un satélite llamado pesimismo.
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