viernes, 1 de mayo de 2009

Cogí de la mano al mar

Cogí de la mano al mar

y empecé a beberlo.

Con un tenue suspiro

supe que estaba enfermo

de melancolia.

Desee que se truncara el alba,

se deshicieran las dunas,

y que la luna se equivocara de parada

por si el sol se pasaba de estación.

Entonces, solo en ese momento

surgió el prófugo candor

en dos cuerpos cuya piel,

sólo conocía la soledad.

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