martes, 30 de diciembre de 2008

Una casa con vistas al mar, eso era con lo único que soñaba. Un sol radiante que quemara del calendario el año 2008 y que las olas salinas, cristalinas y puras esparcieran los restos del papel quemado lo más lejos posible, donde ni el más agudo de los videntes pudiera encontrarlos. Había sido un año duro para ella, pocas alegrías en lo que sin quererlo se había convertido en una rutinaria vida y más de una desilusión que habían alimentado estos últimos meses y habían logrado consumir su esbelto cuerpo a la altura de una niña endeble y pequeña. Fumaba por no llorar y se lamentaba de su mala suerte sin darse cuenta en muchas ocasiones que estaba protegida por un ejército formado por quizás no demasiadas personas pero si las suficientes como para servirle de armadura en los malos momentos. La desesperación era el despertador de cada mañana, la angustia, miraba el reloj y veía como la arena no se consumía y ella allí seguía encerrada en casa, jodida, blasfemando y maldiciendo hasta al mayor de los santos que alguna vez habito este territorio que algunos llaman tierra.
La soledad se convirtió en muchísimas ocasiones en su peor enemiga y cuando una pequeña gotita de esperanza brotaba de alguna nube, esta se evaporaba rápidamente, tan rápido como un velocista en la final de los 100 metros lisos en unas olimpiadas o como un bólido de carreras en pasar de 0 a 100.
Lo que ella no sabía es que tras una larga tormenta, en todas las historias con final feliz, como es esta, llega la calma, una calma esperada y perfecta, maravillosa en muchísimas ocasiones y excitante en otras tantas.
Un día, sin que nadie se diera cuenta y como si no hubiera pasado nada, se levanto de su cama como habitualmente hacia y se encontró con el 2009 en los pies de su lecho que le dijo:”Levántate, maquíllate, ponte guapa, arréglate, vuelve, regresa, se tu misma, la pesadilla ya ha acabado” Y así hizo ella, se puso como nunca había hecho, me atrevería decir que mas exuberante que Monroe cantando el Happy Birthday y más guapa que cualquier otra mujer en toda la Región de Murcia, cogió a su marido de la mano, llamó a unos amigos e hizo lo que más le gustaba en este mundo, tomarse unas cervezas con la gente que más quería.


Beis va dedicado para ti, espero que lo leas y nunca olvides que la esperanza es lo último que se pierde aunque es lo mas fácil de perder. Sigue luchando que eres la mejor.
Te quiero

1 comentario:

Unknown dijo...

Por poco me haces llorar, que eso no es difícil en este tiempo, pero lo mejor ha sido que me has hecho esbozar una sonrisa como hacia tiempo no veia en mi rostro. Me siento muy orgullosa de ti, de verdad. Te quiero mucho Constan.
Beis