viernes, 11 de septiembre de 2009

Los Perdedores

Al beber whisky recuerdo
noches desbocadas a la luz de los
arrabales de tus labios
en camas superfluas de amor
y mantas de soledad.

Cariño, apaga la luz.
A oscuras se disimula tu edad,
las arrugas del tiempo
y los estragos de la vida
tatuados en los trasquilones de tu pelo.
Pásame un cigarrillo,
de algo tendremos que morir.
Viendo como el humo se diluye
en el cielo,
como mis pulmones en estado de espera
y tus utópicos sueños,
ya inexistentes.

Siempre nos quedará un buen poema de Bukowski
a la orilla de la luna,
y algunos bares sin hora de cierre,
porque cuando llegue el día
-irremediablemente- volveremos a ser los de siempre,
los perdedores.

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