La fluidez del silencio hizo eco
en la espesura de tus labios
cuando mi amor decidió hipotecar su alma
sumido en la mas porfunda de las pobrezas.
Aquella tarde se jodia el viento
que despeinaba tu melena bañada en desamor
alejandose del esperpento
que era mi vida, sin vivir.
Se rompieron las cadenas
que amarraban con fuerza mi libertad
y se esparció la hipocresia
fundamentada en palabras huecas,
vacias, llenas de tontería
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