jueves, 30 de abril de 2009

De la vida...

Don Quijote no confundió los molinos con gigantes, es más, era el único cuerdo de nosotros, que no supimos diferenciar la vida con el castigo y lo puro con lo lascivo.

A diferencia del resto, él, ávido por descubrir, se puso a buscar mientras nosotros lo esperábamos tumbados en el sofá. Encontró vida en rincones donde jamás nadie se habría parado, felicidad en recovecos donde nadie la habría buscado y supo mejor que nadie leer el cuento que es la vida hasta llegar a su último párrafo.

Muchos dijeron en ese momento que había recuperado la lucidez pero realmente, fue en ese preciso instante cuando alcanzó un estado de enajenación mental suprema, pues al fin había llegado al éxtasis de los sabios, un éxtasis que no le puso en contacto con Dios sino que le dio gracias por haber sabido resolver la compleja ecuación que le encaminó al fin.

Murió y lo hizo como un loco a vista de todos, pero desgraciadamente quedan hoy pocos cuerdos como él que sepan descifrar los fantásticos enigmas del tesoro que es la vida.

domingo, 26 de abril de 2009

La nada y yo

La nada vuela,

es una ágil e inconsciente

ave invisible.

No comerá del mañana

ni vivió del pasado

ni si quiera aparece hoy,

pero está presente

en esta,

mi enajenación mental.

La nada y yo

somos enemigos íntimos,

siento celos, tengo envidia.

Yo soy feliz

pero la muy jodida

es inmortal

jueves, 23 de abril de 2009

Realismo mágico (murió el amor)

A García Márquez:

Una guitarra llora,

en mitad de un bosque,

una triste melodia.

Con el clamor pálido del viento

resuena de fondo un piano.

-Hoy toca entierro-

grita el músico.

Murieron los besos.

El realismo mágico

perdió la magia

cuando en un golpe de mesa

cayó el as de picas

de aquel castillo de naipes.

-Siempre nos quedará Macondo-

dijeron un buen día

pero no era mas

que la crónica de una muerte anunciada

miércoles, 22 de abril de 2009

Libertad

A Kutxi Romero, poeta y mejor cantante, por decir siempre verdades como puños y nunca esconder la mano en este mundo de mierda:

Mañana, subido a la azotea

pagaré todas las deudas que le debo al viento

y entonces, libre

dejaré que me lleve la marea.

Me apretaré el pelo y

divagara libre

mientras mis pies, descalzos

se mojaran en el frio océano.

Notaré el albedrio

entre mis dedos

y solo entonces,

en silencio,

seré libre.

martes, 21 de abril de 2009

El desordenado ciclo estacional de la vida

Tarde de parque y

miradas vacias,

heladas por la fria estación,

el invierno.

Un viejo mira su reloj

y ve como el tiempo de da indicios

de que no contará muchas mas historias.

Renacerán en sus alas de fenix

alegres y veraniegos figurines jugando al balón

comiendo barro entre caida y caida.

Llegará la primavera y

lo hará con la adolescencia

debajo del brazo.

Nos besaremos y suspiraremos

por ser lo que fuimos

mientras enredamos el amor

para atraparlo en un muro

donde lo efímero no existe.

Volarán los pájaros

pero seguirá el amor en su maraña,

con alguna hoja caida,

oxidada por la penúltima estación

en el tren de la vida,

el otoño.

Seguirá la vida su ciclo

en tarde de parque y

miradas vacias.

miércoles, 15 de abril de 2009

De dogmatismos y palabras intangibles

No hay argumentos para crear dogmatismos,

ni palabras intangibles a huecas miradas.

Lo incontrolable,

es el fruto prohibido que alimenta

la piel de podridos gobiernos.

Los que nacieron entre hormigones y

tejieron su vida buscando pan

y solo encontraron ostias

se ríen a carcajadas

de nuevos poetas que

solo creen en el mundo

como un modo de evasión

y en el dinero como

fuente ganancial de la felicidad.

Incauto, hipócrita

que balbucea

con los labios caídos

y la cara impregnada de vergüenza,

Pero

no se atreve a mirar

y bucear en el barro

ni en los suburbios.

Vaticino malos tiempos

para aquellos que se hacen

llamar trovadores

con la mano metida en el bolsillo.

Se pisaran el cuello

y morirán ahogados

en su propia sombra,

lecho de estiércol y mierda

lunes, 13 de abril de 2009

La realidad

El amor es un cuchillo con un filo
entre un te quiero y un te odio.
Me dijiste mientras apretabas
con dureza aquella cucharilla.
Vinieron días de lluvia
y naufragué en tormentas
donde no veía el sol,
pero ante la adversidad,
ante el horrible silencio,
me acerqué al diván
y recuperé mi polvoriento cuaderno
donde devoré hojas y hojas
que en otros tiempos habían sido
antídoto perfecto para curar heridas.
Ahora no era suficiente,
necesitaba algo más.
No era compañía en viejas esquinas ,
mugrientos recovecos de la ciudad,
ni alcohol para olvidar
pues la amnesia trae efectos secundarios.
Era, era, nadie lo sabe pero
en una botella vacía
arrivó la calma
y me acerco a probar
el dulce azúcar de tu cuerpo,
savia que me trajo de nuevo
a la vida
tras días arrastrándome
por el subsuelo
de altas cuestas
y calles empinadas.
Rocé al demonio con mis labios
pero era tan doloroso y abrasivo
que preferí evadirme,
mantenerme al margen del intenso fuego.
El éxtasis no me hizo alcanzar el cielo,
ni ver a un dios en el que no creo,
pero al menos me hizo rozar
la realidad con la suela de mis zapatos

domingo, 12 de abril de 2009

Marylin

Tus ojos son dos cristales

Que se clavan con gusto

En mi mirada

Y penetran hasta el corazón.

De oro es tu pelo

Piedra preciosa eclipsada

Pura como el alérgico viento

En los días de primavera

No hay mejor almohada

Que abrazar tu cintura

Ni mejor sueño

Que estar a tu lado

Y es que eres la Marylin

Que ni el mismisimo Warhol`s

Habría sabido pintar

domingo, 5 de abril de 2009

Noches árticas

Me mirabas temblando con carita de pena y pronunciabas un costoso y forzado te quiero mientras mi corazón se desfragmentaba por momentos pues no podía soportar la presión de una noche ártica en mitad de un árido desierto como aquella. No servían abrigos, era un frio diferente quizás insostenible, quizás como el amor cuando se agota, quizás como la vida a veces, pero aun así me sudaban las manos y el cuerpo entero. Mi cabeza se mantenía en blanco, no pensaba, pero mi corazón lo tenía muy claro y aprovechó la huida de los pájaros helados y la congelada primavera para pronunciar yo también te quiero.

jueves, 2 de abril de 2009

El mundo

Me como el mundo

a secas

en tardes austeras

como estas.

Mastico pedazo a pedazo

los mátices de

esta dura piedra.

Mirar el mundo con tus ojos

me gustaría

pues tienen el color

del optimismo

y amor, no se cansan

como los mios.

Tocar los sueños

con tus manos

utópicas y sensibles

lejos de las ásperas

y rígidas limaduras

que son las mias.

Me gustaría ser yo mismo

fundido en tu cuerpo

aunque mejor no

pues las negras

especulaciones de mi mente

convertirian el mundo

en un satélite llamado pesimismo.